sábado, 18 de junio de 2011

Esa invencion que llamamos realidad

Hay  mitos y creencias sobre las que construimos nuestras percepciones, estas están tan arraigadas que llegamos a considerarlas inmutables.
Veamos si soy capaz de explicarme de un modo más visual.
Imaginémonos una   habitación que está en penumbra, los limites no se ven claramente, el suelo esta mojado y en el ambiente se respira un aire cargado de olores mohosos  y  espesos.
En la penumbra intuimos que en el techo que esta a una altura bastante considerable, hay una agujero por la que vemos el exterior, poco a poco amanece y la luz empieza a inundar suavemente  la habitación, al cabo de un tiempo la luz ya entra de un modo salvaje, marcando un haz definido, materializandose en un objeto imposible.  


 

Esta descripción podríamos considerarla como la realidad objetiva, el marco sobre el que posan nuestros personajes.
La cosa empieza a complicarse en cuanto empezamos a habitar esta habitación.
Nuestro primer personaje despierta y en cuanto percibe su extraña situación le invade el terror, es incapaz de respirar con tranquilidad y busca palpando con las manos todas las paredes a ver si encuentra una puerta, empieza a chillar insultando a los imaginarios responsables de su situación y al cabo de unos instantes se retira en un rincón colocandose en posición fetal moviéndose  hacia delante y hacia atrás y repitiéndose con los ojos cerrados que no es real ……

Nuestro segundo personaje en cuanto despierta y es consciente de su extraña situación, le invade el terror y se le empieza a acelerar el pulso, al ser consciente de su cuerpo  se sienta en el suelo y empieza a controlar la respiración cierra los ojos y poco a poco consigue domar  la tensión del momento, ya más relajado empieza a observar. En cuanto la luz empieza a iluminar la instancia, busca  alguna salida, al no encontrarla analiza con más detalle su entorno, su  construcción, los materiales y las formas que conforman el espacio, deduce que no es muy antiguo y que posiblemente  sea de un uso industrial debido a la altura un tanto inusual del espacio, en cuanto la luz invade de un modo más agresivo se pone debajo del haz y deja que el calor del sol lo reconforte.    
Lo que quiero decir es que sin nuestra mirada no existe la habitación y que existirán tantas habitaciones como miradas diferentes tenga esta.
La realidad sin nuestra mirada no existe, en el acto de interactuar creamos y damos sentido a nuestro entorno, ahora bien  donde acaba lo subjetivo y empieza lo objetivo, es un terreno resbaladizo pero que viendo los extremos podemos entender y separar lo objetivo de un modo nítido y claro.
¿En que cultura un ser humano le gustaría estar encerrado en una habitación maloliente y oscura?









4 comentarios:

  1. Hay algo que va más allá de la Realidad y es lo Real, esto es, coincido con que hay una construcción individual y social de la realidad, pero hay un Real inabordable por el humano. Por ejemplo, existe, más allá del nombre una x cantidad de planetas o estrellas, etc, que existen y que no forman parte de la realidad y que sin embargo son bien reales.
    Una buena reflexión.
    Un saludo.
    Humberto.

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  2. me gusta el pulso de tus reflexiones, tu respiración

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  3. Encerrado, ningún humano.

    Lo que me gusta es pensar que cada uno puede contruir su propia realidad, de allí lo subjetivo. Esto queda muy claro en tu relato, la realidad depende más de nuestra propia visión y de actitud que adoptemos.

    Un saludo! (seguiré pasandome, así que a mi blogroll vas)

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  4. Muchas gracias por pasar por aquí y dejarme vuestro buen royo.

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